Por APA, Asociación Española de Fabricantes de Puertas Automáticas
Desde APA nos hacíamos eco de la subida generalizada de los costes de las materias primas, los problemas de suministro y las dificultades logísticas, a nivel global.
Esta situación está afectando al sector traduciéndose en roturas de stock, dificultades a la hora de cumplir las obligaciones contractuales de los proveedores y la necesidad de actualización de tarifas con una mayor frecuencia para reflejar las nuevas estructuras de costes.
A nivel global, el inicio de la crisis de las materias primas se remonta al primer trimestre de 2020, cuando los primeros cierres provocados por la pandemia empiezan a causar un encarecimiento de los fletes marítimos y retrasos e incertidumbres en los plazos.
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La onda expansiva se dejó sentir con mayor virulencia en los mercados europeos a finales del año 2020, debido a fuertes tensiones inflacionistas y a los anuncios de ciertas carencias. Los problemas de escasez y escalada de los precios que se han generalizado finales de 2020 se han vuelto críticos durante los primeros meses del 2021.
Con el objeto de conocer el escenario de nuestro sector en esta coyuntura de crisis de las materias primas, desde APA y su Observatorio iniciamos el diseño de una encuesta de estudio que se incluirá en la próxima oleada del Observatorio del Sector de las Puertas Automáticas (OMAPA), prevista para dentro de unas semanas.
OBSERVATORIO SECTOR PUERTAS AUTOMÁTICAS APA
Invitamos a aquellas pocas industrias y empresas del sector que todavía no se han incorporado al PANEL del observatorio a sumarse y participar del beneficio colectivo e individual del Observatorio OMAPA.
Compartimos con todos vosotros las impresiones, opiniones y dudas, grosso modo, de los responsables de algunas empresas miembros de APA, que son una representación de lo que se ha generalizado en las empresas del sector.
En relación con el momento que estamos viviendo, este es mi punto de vista, actualmente estamos viviendo una situación anómala, ya que se están incrementado de forma desproporcionada los precios de las materias primas, precios de transporte internacional, así como los plazos de entrega, que antes eran de una o dos semanas y han pasado a ser varios meses.
A finales del 2020 la economía China se reactivó con mucha fuerza y antes que la economía europea, provocando un cambio de tendencia en la demanda mundial de materias primas.
A raíz de esta causa, muchas empresas han aprovechado para incrementar sus stocks para asegurar el aprovisionamiento y precios, y así poder hacer frente a una futura demanda y garantizar no tener roturas de stocks y poder suministrar de forma habitual a sus clientes.
Por otro lado, a los problemas de suministro, se suma el importante incremento de precios en el transporte marítimo para las empresas que importan las materias primas, sobre todo de los países asiáticos. En estos meses, los fletes desde China se han incrementado de forma excepcional, hasta el triple del precio y los plazos de entrega hasta el doble de tiempo.
Todo esto ha generado una tormenta de precios y plazos que las empresas no saben cómo transferir a sus clientes.
Las cadenas de suministro de todos nuestros proveedores han sufrido drásticos cambios en los últimos meses que nos han acabado afectando indudablemente en el precio, pero también en los niveles de servicio, algo que dificulta mucho la planificación interna y que incide de manera directa en nuestro nivel de servicio al cliente.
El foco en el sector de las infraestructuras de todos los países desarrollados ha provocado unos aumentos de demanda no previstos en una situación ya previamente muy tensionada por la incidencia de la pandemia. La situación se prevé que continúe con la misma dinámica durante el tercer trimestre del año y esperamos que se regularice durante el cuarto trimestre del año, aunque actualmente la información está muy disipada y es difícil esclarecer que va a pasar a más de 3 meses vista. Lo que es seguro, es que hasta que la oferta no se balancee con la demanda actual, la tendencia seguirá siendo alcista en todas las materias primas, y más aún en aquellas que afectan a las emisiones de CO2 como pueda ser la minería/producción de acero y los derivados del petróleo, como es nuestro caso, ya que estas sufren restricciones productivas y adaptaciones por partes de los gobiernos de los países productores.
Los incrementos aproximados que estamos sufriendo de los precios de las materias primas varían entre el 80-100% del acero y el 5-30% de los derivados del petróleo, mientras que los embalajes, componentes metálicos y elementos minerales se sitúan en valores intermedios.
En cuanto a la repercusión de estos incrementos de coste en los precios de venta, ésta está siendo muy complicada, porque los incrementos llegan en oleadas, casi sin preaviso, y son de una entidad nunca vista hasta ahora. Aunque estamos intentando trasladarlos a los precios de venta con la máxima rapidez, la necesidad de mantener los precios de venta en pedidos y presupuestos ya comprometidos, en un momento en el que la demanda está desbordada con el consecuente alargamiento de los plazos de entrega, nos obliga a asumir una parte importante de estos sobrecostes. A todo esto se añade que está comenzando a haber escasez de algunos materiales.
Hemos comunicado 2 cambios de precios de venta, y estamos estudiando la posibilidad de un 3º.
Este último año está siendo muy difícil, no solo desde el punto de vista sanitario, sino también financiero. Desde mi punto de vista, la situación actual en la que vivimos, es decir, la pandemia, ha propiciado un declive económico a nivel mundial. Los precios de los productos se están disparado sin razón aparente, agravando así la crisis económica que ya, desde el inicio de la pandemia, íbamos arrastrando. Además, a este incremento en los precios de los productos, tenemos que añadirle el incremento en el precio del transporte y las dificultades que encontramos para ello, ya que cada vez hay “menos” medios de transporte.
En mi opinión, el incremento de precios postpandemia, por mucho que nos digan que es por causa de la escasez de contenedores, es algo que se escapa a mi entendimiento.
¿Dónde están todos los contenedores que había antes de la crisis? ¿Acaso han desaparecido? ¿O está siendo más bien debido a los grandes grupos de inversión que han visto la oportunidad de enriquecerse más, importándoles poco el resto de la sociedad?
Sin lugar a duda, si continuamos así, entraremos en una nueva crisis económica.
Como empresa que mantiene relaciones comerciales a nivel nacional e internacional, estamos comprobando desde inicio de este año 2021, que el mercado de materias primas está sufriendo un constante aumento de precio del mismo modo que se produce una disminución del suministro, afectando a toda la industria.
Del mismo modo que el mercado mundial se ralentizó enormemente como consecuencia de la pandemia y los rígidos confinamientos que tuvieron lugar en el primer semestre de 2020, donde se produjo una sobre oferta de materiales, ahora se produce el efecto inverso, comprobando que hay países que, al haber iniciado la desescalada con anterioridad a las grandes zonas comerciales (Europa y América del Norte), acaparan el tráfico de materias primas a nivel mundial puesto que son la gran fábrica del mundo.
Además, el tránsito de mercancías entre estos países se ha degenerado, puesto que el retorno de barcos al lejano oriente es en muchos casos sin carga, provocando que los fletes con ese origen sufran un importante incremento para asumir el coste de retorno. Esto también provoca que muchos armadores mantengan cargueros parados en destino, reduciendo todavía más el tráfico de mercancías.
Además, después de tan largo periodo de práctica inactividad, la necesidad de mercancías y materias primas en Europa y América del Norte se ha incrementado de manera exponencial, para recuperar los reemergentes mercados internos con la eliminación de confinamientos y limitaciones.
A fecha de hoy, consideramos que todavía no se han estabilizado los precios y servicios, con lo cual parece urgente el establecimiento de algún tipo de medida que garantice la estabilidad de todos los sectores productivos de la Industria Nacional.”
¿Cómo será el futuro? En estos momentos nos encontramos con falta de material, las fábricas han parado… problemas en componentes electrónicos como: semiconductores, microchips.
cada semana nos encontramos con subida de precios del aluminio, cobre, hierro, problemas de espacio y subida de precios, duplicando fletes en referencia a los precios del año pasado para importar materias primas de Asia.
Esto provoca un estado de pánico que genera falta de razonamiento y compra de material para hacer acopio, un ejemplo lo tenemos al principio de la pandemia “la compra irracional de papel higiénico”, el tema del pánico se podría trasladar a nivel general.
Actualmente las empresas del sector estamos sufriendo una crisis de componentes, materias primas y transporte, cuya escasez se traduce directamente en continuos incrementos en los precios y en retrasos en las entregas.
Esta situación actual nos genera preguntas: ¿A qué es debido todo esto? ¿Qué parte de especulación existe en toda esta problemática? ¿Afectará todo esto a la creación y ejecución de nuevos proyectos?
Mucho me temo que, de continuar esta insoportable situación, pronto se reflejará en el trabajo de nuestro sector.
APAExpo by R+T, Barcelona 5, 6 y 7 de octubre 2022
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